La llegada de un cachorro a casa supone un momento de gran emoción y alegría. Sin embargo, no hay que olvidar que tienen unas necesidades específicas que hay que satisfacer para que se desarrolle correctamente y la convivencia sea perfecta.
En este momento la figura del auxiliar es fundamental para resolver todas las dudas que presenten los propietarios que, sin duda, serán numerosas.
La primera visita al veterinario
Es importante hacer una visita al centro veterinario en cuanto el cachorro llegue a casa. Servirá para abrirle una ficha y hacerle un breve chequeo general. Hay que intentar que esta visita sea una experiencia positiva para que el animal no tenga problemas para volver en las próximas revisiones.
¿Qué debe comer el cachorro?
La alimentación que hay que proporcionar al perrito suele ser una pregunta recurrente. Hay que tener en cuenta la especie a la que pertenece y la edad y, en función de estas variables, recomendar el alimento más adecuado de entre la amplia gama que ofrece el mercado.
La ración diaria se debe dividir en dos, tres e incluso raciones más pequeñas (según la edad) y ofrecerlas a lo largo del día. También es necesario que el cachorro tenga acceso sin restricciones a una fuente de agua fresca, sobre todo en los meses más calurosos del año.
Es importante no sobrealimentarlo, sobre todo si hablamos de razas grandes ya que un exceso de comida podría predisponerlo a padecer problemas musculares y óseos. Tampoco hay que ofrecerle ningún suplemento vitamínico, como pastillas de calcio, por la misma razón. El veterinario es el que debe indicar qué darle de comer al cachorro y la cantidad apropiada.
A modo de premio se le pueden ofrecer rodajas finas de ciertos vegetales como zanahoria o calabaza cocida.
Un aspecto muy importante en el que hay que concienciar a los nuevos dueños es que el alimento más adecuado es el pienso y no la comida casera: nada de sobras, huesos, pieles, etc. Un alimento completo y de buena calidad es suficiente para cubrir todas las necesidades del cachorro y cualquier otro tipo de comida puede causarle trastornos gastrointestinales, sobre todo a una edad tan temprana.
¿Cuál es la pauta de desparasitación?
Hay que aprovechar la primera visita para explicarle al propietario cuáles serán las pautas de desparasitación del cachorro. Básicamente se dividen en dos tipos: interna y externa.
Desparasitación interna
Existen diferentes tipos de parásitos internos como los gusanos redondos (Toxocara canis), los gusanos del corazón (Dirofilaria immitis), gusanos con gancho (Trichuris vulpis), etc.
Los parásitos intestinales pueden representar un serio problema para los cachorros y causarles anemia o un crecimiento y desarrollo deficientes. Pero, además, hay que tener en cuenta que un perro con parásitos internos puede transmitir enfermedades a las personas con el peligro que ello conlleva.
La figura del auxiliar es fundamental para resolver todas las dudas que presenten los propietarios que, sin duda, serán numerosas.
Por lo general, el principal método de desparasitación interna suele ser la pastilla antiparasitaria que se administra cada tres meses cuatro veces al año, coincidiendo con el cambio de estación, así el propietario lo puede recordar con más facilidad.
Desparasitación externa
Entre los parásitos externos encontramos pulgas, ácaros o garrapatas. Actualmente, con el aumento de las temperaturas, estos animales suelen estar presentes en cualquier época del año, por lo que el riesgo para el cachorro y su entorno es permanente.
Entre los principales productos para la desparasitación externa encontramos pastillas, pipetas collares o aerosoles. En el caso de los cachorros hay que tener especial cuidado porque no sirven todos los productos, así que el veterinario seleccionará el mejor tratamiento teniendo en cuenta las características del animal.
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